Clásica pregunta a la que nos enfrentamos los psicólogos: ¿Cuál es la diferencia entre psicoanalista, psicólogo y psiquiatra? A esto habría que agregar también las diferencias con los psicoterapeutas, otro nombrecito que aparece por ahí. Y si le sumamos los “coach”, más términos se suman a este enredo.
Aclaremos un poco. Comencemos por los psiquiatras. Son médicos de carrera, con la especialidad de psiquiatría. Así como uno puede ser médico cirujano, también se puede ser médico psiquiatra. Su labor básica (porque se puede “upgradear” como veremos más adelante) consiste en trabajar médicamente para el alivio de los síntomas psicopatológicos que sus pacientes presenten. Médicamente no es sólo medicar, pero sí, son los que medican.
Los psicólogos somos los que hemos estudiado psicología en alguna universidad. Nuestro trabajo consiste en comprender, explicar, predecir y promover el comportamiento humano, si es que se pueden hacer esas cosas. Existen psicólogos clínicos, educacionales, sociales, organizacionales y otros más, según el área de comprensión del ser humano al que se quieran dedicar. No todos los psicólogos trabajan con personas con problemas psicológicos.
Hasta aquí todo es más o menos claro y distinto. La confusión viene con los dos siguientes titulitos: psicoanalista y psicoterapeuta.
Psicoanalista es aquel profesional (de cualquier carrera, pero con una carrera terminada como requisito) que ha estudiado y se ha formado en Psicoanálisis. Psicoanálisis es la ciencia psicológica creada por Sigmund Freud y cuyos seguidores han difundido y ampliado desde finales del siglo XIX hasta la fecha. No todos los psicoanálisis son iguales, pero todos se inician con Freud y su primer grupo. Es posible que la mayoría de personas que son psicoanalistas sean también psiquiatras o psicólogos, pero no necesariamente. La formación dura alrededor de cuatro años y combina formación académica, psicoanálisis personal y supervisión de pacientes intensivos.
Psicoterapeuta es cualquier psicólogo o psiquiatra que se dedica a la terapia clínica psicológica. Para dedicarse a la terapia clínica normalmente se hace una formación en una escuela de psicoterapia. Escuelas de psicoterapia hay muchas. Las más importantes, y que existen en el Perú son las de Psicoterapia Psicoanalítica, Psicoterapia Cognitiva Conductual, Psicoterapia Humanista, Logoterapia, Psicoterapia Existencial, Terapia familiar sistémica, Psicoterapia Gestáltica, Terapia Conductual y otras más. Todas con diferentes versiones según el centro que brinde la formación.
Aclarando entonces, uno puede ser psicólogo a secas o psicólogo y psicoanalista o psicólogo y psicoterapeuta. Uno puede ser psiquiatra a secas y psiquiatra o psicoanalista o psiquiatra y psicoterapeuta. No conozco a ninguno, pero puede haber alguien que sea psiquiatra, psicólogo, psicoanalista y psicoterapeuta. De que se puede, se puede.
¿Y el coach? Coach puede ser cualquiera que pague el curso que dé un instituto o universidad al respecto. No es una carrera universitaria ni una especialización muy larga ni exigente. De lo que se trata el coaching (a grandes rasgos porque también hay una gigante cantidad de versiones y no conozco mucho del asunto) es de ayudar a las personas dentro de la empresa (o de cualquier contexto laboral) a lidiar mejor con sus virtudes y defectos para hacer mejor su trabajo. O sea, para ser más productivo para la empresa. Es un efectivo sistema de ajuste a determinadas circunstancias a partir de unos aprendizajes específicos para lidiar con esto. Según recibo gente en el consultorio, se ha extendido a procesos personales “semi terapéuticos”, pero esto me parece un exceso riesgoso que algunos aventurados emprenden. No dudo que el coaching sirva, pero como les digo a las madres de algunos pacientes: “NO ES TERAPIA. LO QUE TÚ NECESITAS ES TE-RA-PIA.”