Los vecinos molestosos, son la peor peste que nos puede deparar la vida en comunidad y nuestro apacible hogar, se transforma en una zona de guerra diaria.
Este problema es muy común y cambiar de casa (para quienes tienen esa posibilidad) no es garantía de no volver a padecer esta calamidad.
Recuerda que puedes estar en dos situaciones:
1º) La guerra es abierta y los enemigos se conocen, por lo tanto, tus actos pueden ser usados en tu contra.
Toma las medidas adecuadas para que eso no ocurra, antes de hacer algo.
2º) Tu enemigo no te conoce.
(Pero tu a el si y sabes que hablando las cosas empeoraran).
Actúa sobre seguro, velando por tu anonimato.
“El peor enemigo es el que no se conoce”.
“Hazte amigo de tu enemigo y luego revientalo ”.
“Trata a tu prójimo como tratas a tu perro, pero que no se entere”.
(Cuando se porte bien, halágalo; cuando se porte mal, patéalo en las bolas.)
Si tus vecinos han comenzado a ser insoportables, no hagas nada.
Recuerda que deberás convivir con ellos día a día y antes de hacer algo, debes planearlo.
Usa a tus enemigos, sácales provecho, ellos serán quienes mas te ayudaran.
Estudialos, entérate de sus hábitos, cualquier cosa puede darte una idea de cómo atacarle.
El primer consejo es:
Usa cámaras de seguridad pequeñas y con micrófono incorporado, hoy son muy económicas y sirven un montón.
Utilízalas para tener pruebas en un tribunal.
Con su micrófono puedes captar conversaciones de tus vecinos que en momento oportuno puedes utilizar en su contra.
(Utilizar como ultimo recurso)
Instálalas camufladas y en lugares estratégicos.
Aquí van algunos trucos:
Si te ponen la música fuerte, no hagas lo mismo.
Tus vecinos, así como un animal, aprenden a comportarse cuando los castigas, no cuando los acompañas en la misma tonteria.
Por ejemplo: si un perro molesta con sus ladridos ¿te pondrías tu también a ladrar para callarlo? Seria entupido hacerlo, pues solo lograras que el perro ladre mas fuerte y por mas tiempo.
Lo mismo reza con tus vecinos, ellos sabrán que lo que hacen te molesta e intensificaran sus ataques.
Usa el olor.
El olor a carne podrida es muy apto como un contraataque y tiene uso a toda hora.
(Esto solo si la confrontación es ya habierta,si no atácalo de forma solapada).
Si quieres usar el ruido, puedes usar el acoplamiento entre un micrófono y un parlante.
(Produce un ruido desesperante).
Instala una alarma con sensor de movimiento.
(El sensor debe estar en un lugar con mucho movimiento,
ideal seria utilizar el movimiento de los propios vecinos molestosos.)
Tirar peñascos a su techo en horas en que descansan.
Poner la gotita en las cerraduras que estén a tu alcance.
(Vehiculo, reja …etc.)
Los hijos de tus vecinos juegan en la calle hasta muy tarde.
Lánzales peñascos sin que vean desde donde se las lanzan.
Si no puedes desde tu patio, sal de casa y hazlo desde otro lugar oculto.
Lanza gran cantidad en poco tiempo.
Este truco también resulta cuando tu vecino arranca su auto en la madrugada.
Un piedrazo en su vehiculo cuando va a media cuadra no le gustara nada.
Otro truco mas drástico es usar rifles de aire comprimido y usando madera como proyectiles, así, parecerá que se clavo una astilla. (Esto requiere tus dotes en artes manuales, para fabricarlos o puedes buscar algún tipo de elemento que no indique que fue disparado con dicha arma.)
Cambia tu forma de pensar, cuándo algo te molesté, siempre piensa primero en como puedes sacarle provecho en tu propio beneficio.
Si un perro ladra mucho, recuerda que no solo te molesta a ti, también a sus dueños.
El perro al ladrar puede hacer que un ladrón desista de asaltar tu propia casa y los molestos ladridos se convierten en un sedante, por que sabes que tu casa esta un poco mas segura.
También puedes ir a una tienda de mascotas y preguntar como callar a un perro o indaga en Internet, hay muchas personas que sufren estas situaciones y puede que encuentres algo interesante.
Por ultimo:
Anda por ahí en Internet, un CD con ruidos diversos para molestar a tus vecinos de mal vivir, si piensas usarlo te recomiendo que no lo hagas, sólo lograras quedar como un imbecil y tonto para la risa, tanto para tus enemigos, como para los demás vecinos.
Bien eso es todo, si tienes alguna buena idea, inclúyela en los comentarios.
“¡ No te dejes avasallar, ésta es la única vida que tienes y no permitas que otro te la arruine, masácralo sin asco !”
CÓMO LOGRAR QUE TUS VECINOS RUIDOSOS TE DEJEN DORMIR
ResponderEliminarComo te toque un vecino ruidoso, tienes un problema. Y gordo. Te puede generar insomnio y por lo tanto afectará también a tu trabajo, tu concentración. Tu salud. Tu vida. Aunque se lo pidas con la mayor educación posible, puede que te ignore. O que haga más ruido. Probablemente pensará que eres un exagerado. Que él y su familia están en su casa y pueden hacer lo que quieran. A pesar de todo existe una solución infalible al 99% contra vecinos ruidosos por la noche, poco utilizada.
La mejor solución de insonorización que existe es aquélla que se realiza sobre la misma fuente de ruido. Por lo tanto, si es el propio vecino quien voluntariamente lo elimina, en su propia casa, se acabó el problema. Es obvio. ¡¡Debería ser tan fácil!! La pregunta del millón es ¿cómo conseguir que mi vecino quiera dejar de emitir ruido? ¿Y por qué iba a querer hacerlo? ¿Qué le podría motivar?
Infernales y molestas fuentes de ruido nocturno
Evidentemente hay que aclarar las expectativas, porque el silencio absoluto es imposible, más con las pésimas calidades de aislamiento acústico en nuestros pisos. Es inevitable escuchar algo aires acondicionados, motores eléctricos de extracción de aire, equipos de música, TV, consolas de videojuego, instrumentos musicales, pisadas o taconeo de arriba… Se trata de minimizarlo en lo posible, de llegar a un acuerdo amistoso entre ambas partes y de concienciar el problema.
Mejor llamo a la policía… y luego lo demando a la justicia
Adelante, esto es la guerra… donde ambos bandos tienen bajas, ambos pierden. Siempre ha sido así y siempre lo será. No se puede ganar una discusión. Es imposible. Nadie se convence contra su voluntad.
“Sólo hay un modo de sacar la mejor parte de una discusión: evitarla”. (Dale Carnegie, empresario)
Si llamas a la policía, en el mejor de los casos, tardarán un tiempo en llegar, perderás horas de sueño. Y suponiendo que encuentren pruebas, se denuncie al vecino y le hagan desistir del ruido… por un rato. OK, ¿y las represalias?
Luego vienen las pruebas de las mediciones de la policía, las de los peritos, médicos, pérdida de salud por años de insomnio, tasas judiciales, abogados, años de espera del juicio y ejecución de la sentencia… con suerte y si consigues que te paguen algo, descuenta gastos… Mal negocio. Y siempre pueden seguir haciendo ruido.
El problema es la estrategia ¿y si la cambiamos?
ResponderEliminarEste problema de las discusiones es tan antiguo como la misma humanidad. Algunas citas famosas relacionadas con la discusión:
“Si no puedes con tu enemigo… alíate con él”. (Refrán popular)
“El odio nunca es vencido por el odio sino por el amor.” (Buda)
“Ponte rápidamente de acuerdo con tu adversario”. (Jesucristo)
“No discutas con un tonto, porque primero te hará bajar a su nivel y después te golpeará con su experiencia”. (Anónimo)
Hoy vivimos en bloques de pisos cada vez más deshumanizados donde la gente casi ni se saluda. Los patrones de relación, basados en la tecnología de hoy día están empezando a pasar factura. Son dañinos. Absurdos. Quizás se tengan miles de amigos en Facebook a miles de km, que no se verán nunca cara a cara.
Sin embargo los que viven a 3m de distancia ya no hablan unos con otros, o cada vez menos. Puede que ni siquiera se conozcan los vecinos que dan puerta con puerta.
¿Cómo esperamos que el otro piense que al lado o debajo existe alguien a quien pueden molestar? No lo ven. Se produce el mismo comportamiento agresivo y egoista que con el tráfico. Cada uno va conduciendo en su coche, dentro de su máquina, donde la cortesía y la amabilidad suelen brillar por su ausencia.
REGLA Nº 1: NO CRITICAR, NO CONDENAR, NO QUEJARSE.
ResponderEliminar“Si quieres recoger miel no des puntapiés a la colmena”.
Si quieres que dejen de hacer ruido no se lo digas a gritos. En caliente. No se obtiene nada de la gente a base de críticas, condenas, quejas. La psicología del ser humano busca la aprobación, el aprecio, lo mismo que desprecia la condena. Tengas (que la tienes) o no razón. Cualquier trabajador de un Dpto. de Atención al Cliente, lo sabe.
Ocurre que el vecino no está “formado” para atender reclamaciones. Y más en caliente de nadie. Es la reacción humana y emocional lógica. La nuestra es quejarnos enfadados, puede que a voces, pero así nunca vamos a conseguir que deje de hacer ruido. Que él quiera mantener el máximo cuidado. Al contrario.
Por ej. los grandes líderes, los inteligentes, son comprensivos, perdonan y aportan soluciones y segundas oportunidades a quienes cometen un error (así se asegura fidelidad, lealtad, máxima concentración y trabajo en adelante). En cambio el régimen del “miedo al jefe” no genera ni el más mínimo entusiasmo en el trabajador que se levanta por la mañana para ir a la empresa. Nunca dará su 110%.
Nadie acepta tener la culpa de nada. En todo caso los demás son los culpables. Incluso en la cárcel todos los criminales se sienten inocentes e incomprendidos. Justificarán sus malas acciones con razonamientos lógicos o falsos a pesar de las atrocidades cometidas. Entonces ¿cómo una persona normal puede sentirse culpable de algo tan “insignificante” como un ruido (que nos mata) / sonido que a él ni le molesta o incluso le gusta?
La psicología humana no admite críticas
No merece la pena regañar, criticar, condenar, quejarse por errores de los demás. La crítica es inútil porque pone al otro a la defensiva.
Es peligrosa porque lastima el orgullo, desmoraliza y despierta resentimiento y encima no corrige la situación. Esto es algo que en grandes empresas con buena política de gestión de personal y técnicas de motivación, saben bien. Elogian lo bueno que encuentran y por ello lo incitan y enorgullecen así a sus empleados.
“Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él”. (Emerson, escritor).
Todo ser humano, hasta el vecino más “insoportable” tiene algo positivo que enseñarnos, algo en lo que sin duda será mejor que nosotros. Bien porque sea su trabajo, su afición, o haya tenido experiencia, etc.
REGLA Nº 2: DEMOSTRARLES APRECIO HONRADO Y SINCERO.
ResponderEliminarHay que construir una relación de amistad. Ganarse su confianza poco a poco. Ser buen oyente, animarle a que hable de sus problemas. Que se sienta apreciado. Porque nos dará la llave para poder contarle los tuyos sin forzar nada, más adelante. Tus problemas de insomnio, y consecuentemente de salud que acarrea.
A poco que tenga algo de empatía, él mismo minimizará sus ruidos. La gente, por las buenas, no es tan mala como parece, o como las idealizamos.
No es nada fácil tragarse el orgullo. Olvidar prejuicios. Es muy difícil ser comprensivo y capaz de perdonar. Pero es mucho más inteligente.
REGLA Nº 3: CÓMO MOTIVAR A QUE LA GENTE HAGA ALGO
ResponderEliminarSolo hay un medio para conseguir que la gente haga ese algo (que yo quiero): hacer que el prójimo quiera hacerlo. La única manera de influir sobre el prójimo es hablar acerca de lo que él quiere, y demostrarle cómo conseguirlo.
Y existe ese “algo” que todos queremos: ser importantes. Es nuestro impulso más profundo. Lo decía el famoso psicoanalista Sigmund Freud.
Y hasta el “ogro” de tu vecino, quiere en el fondo, ser un buen vecino en dicho papel. Quizás el mejor. Entonces, démosle la oportunidad:
¿Te suena el estilo americano de llevarles el pastel, tarta o las galletas caseras, de bienvenida al vecindario, tan típico de las películas de Hollywood?
Solución para VECINOS RUIDOSOS
Foto de Spinadelic
¿O qué tal si le pides algún ingrediente que “se te acabó” y en agradecimiento le llevas un buen plato con una generosa porción? Ambos son más baratos que las tasas del juzgado.
Hasta le puedes invitar a tomarse algo y reconocerle en público que es un gran vecino y te ha “salvado la vida” (sin adular) o esta reunión con tus amigos. Más barato que la minuta del procurador.
Ser generosos en el elogio, mostrando nuestra mayor y más genuina simpatía.
Apelar a la suerte de tener “buenos” vecinos. Resaltar todo lo bueno, que sea verdad. El destacarles y valorarles lo positivo (quizás momentos de silencio?) porque los repetirán, orgullosamente.
Probablemente incluso desde su propio subconsciente, sin decirle nada, empezará a hacer menos ruido. Ya sabe que en ese piso vive gente y pensará: “son majos, soy buen vecino“.
Lógicamente no compensa iniciar una demanda o tener que irte y malvender tu piso con la consecuente mudanza a otro, donde tampoco sabes qué vecinos, perros, motos, transformadores… te van a tocar.
La solución al problema es tratar de pasar de ser simples desconocidos a tener un cierto grado de amistad mínimo viable, para poder exponer nuestro problema sin culpabilizar al otro en absoluto. Será mucho más rápido, más barato, más eficaz que cualquier pleito.
Pero ¡qué difícil nos resulta a la humanidad dar ese paso! Por eso inventamos los juzgados, que por cierto, no funcionan.
Cuéntame, puedes exponer tu caso, ¿cuál es tu experiencia con tus vecinos ruidosos y qué has intentado para solucionarlo?
REGLA Nº 3: CÓMO MOTIVAR A QUE LA GENTE HAGA ALGO
ResponderEliminarSolo hay un medio para conseguir que la gente haga ese algo (que yo quiero): hacer que el prójimo quiera hacerlo. La única manera de influir sobre el prójimo es hablar acerca de lo que él quiere, y demostrarle cómo conseguirlo.
Y existe ese “algo” que todos queremos: ser importantes. Es nuestro impulso más profundo. Lo decía el famoso psicoanalista Sigmund Freud.
Y hasta el “ogro” de tu vecino, quiere en el fondo, ser un buen vecino en dicho papel. Quizás el mejor. Entonces, démosle la oportunidad:
¿Te suena el estilo americano de llevarles el pastel, tarta o las galletas caseras, de bienvenida al vecindario, tan típico de las películas de Hollywood?
Solución para VECINOS RUIDOSOS
Foto de Spinadelic
¿O qué tal si le pides algún ingrediente que “se te acabó” y en agradecimiento le llevas un buen plato con una generosa porción? Ambos son más baratos que las tasas del juzgado.
Hasta le puedes invitar a tomarse algo y reconocerle en público que es un gran vecino y te ha “salvado la vida” (sin adular) o esta reunión con tus amigos. Más barato que la minuta del procurador.
Ser generosos en el elogio, mostrando nuestra mayor y más genuina simpatía.
Apelar a la suerte de tener “buenos” vecinos. Resaltar todo lo bueno, que sea verdad. El destacarles y valorarles lo positivo (quizás momentos de silencio?) porque los repetirán, orgullosamente.
Probablemente incluso desde su propio subconsciente, sin decirle nada, empezará a hacer menos ruido. Ya sabe que en ese piso vive gente y pensará: “son majos, soy buen vecino“.
Lógicamente no compensa iniciar una demanda o tener que irte y malvender tu piso con la consecuente mudanza a otro, donde tampoco sabes qué vecinos, perros, motos, transformadores… te van a tocar.
La solución al problema es tratar de pasar de ser simples desconocidos a tener un cierto grado de amistad mínimo viable, para poder exponer nuestro problema sin culpabilizar al otro en absoluto. Será mucho más rápido, más barato, más eficaz que cualquier pleito.
Pero ¡qué difícil nos resulta a la humanidad dar ese paso! Por eso inventamos los juzgados, que por cierto, no funcionan.
Cuéntame, puedes exponer tu caso, ¿cuál es tu experiencia con tus vecinos ruidosos y qué has intentado para solucionarlo?